domingo, 26 de abril de 2009

Sangre, sudor y....¡¡riffs!! - IOMMI

Frank Anthony Iommi Urian; así es el nombre completo del hombre que identificó en el inicio de la década de los 70 un nuevo género musical a través de una guitarra cuyo enfoque era el riff. El riff es la forma que tiene este hombre de expresarse hacia el mundo, él no habla, escupe furia y oscuridad al servicio del rock'n roll.
Su instrumento de trabajo ha sido en general la Gibson SG, de color negro, aunque también ha usado el color rojo.



La leyenda de este hombre pudo acabar incluso antes de empezar ya que debido a un accidente perdió las puntas de los dedos de la mano derecha, pero su tenacidad hizo que usara prótesis para sustituirlas y en parte eso hizo definir el sonido brutal de su guitarra.

A partir de sus primeros escarceos en el mundo de la música, ya sea con Mythology, un proyecto experimental donde ya se unía a Bill Ward, y posteriormente con Earth(el embrión de Sabbath), Iommi esculpe el sonido de su guitarra hasta llegar a 1970 y transformar el rock con el primer disco de Black Sabbath, nombre sacado de la pelicula de horror italiana “I Tre Volti Della Paura''.
Iommi para mucha gente, entre los que me incluyo, creó todos los riffs posibles y luego el resto de guitarristas han ido trabajado en base a ellos. A través de esos riffs hemos tenido 6 joyas musicales en una primera etapa, con Ozzy Osbourne como cantante; desde Black Sabbath a Sabotage la banda da forma a un nuevo estilo musical basado en el sonido pesado y potente, lo que se le llamó ''heavy metal''.

En ese espacio de tiempo, que contempla 1970 hasta 1976, las composiciones se tornaban oscuras, con letras apocalípticas y en ciertos momentos consideradas satánicas que les vetó un poco a una popularidad masiva. Todo esto estaba apoyado en torno a los riffs pesados de Iommi que se le empezaba a considerar como uno de los miembros de la santisima trinidad del rock duro junto a Jimmy Page (Led Zeppelin) y Ritchie Blackmore (Deep Purple).



Tras estos grandes discos, durante cuyo espacio de tiempo la banda aplicó al 200% el lema de sexo, drogas & rock'n roll (sobre todo su vocalista), la banda entra en un periodo extraño donde Ozzy cada vez se siente más alejado de sus compañeros y eso se ve reflejado en los 2 siguientes trabajos del grupo donde se alejan de su sonido primigenio y la guitarra de Iommi se adentra en sonidos más jazzeros y de synth-pop. Después de este álbum, Ozzy es expulsado por sus adicciones que le perseguirán durante años, aunque supo salir a flote gracias a su mujer y saber acompañarse de músicos de indudable talento.
Durante esta etapa complicada, Iommi, que de tonto no tiene un pelo, toma nota de un vocalista menudo y con una voz prodigiosa que estaba dando que hablar a las órdenes de Ritchie Blackmore en Rainbow; Ronnie James Dio.



Al acabar su periodo en esta banda, Iommi le ofrece el puesto de Black Sabbath y se ponen manos a la obra en un disco que marcará otra etapa brillante (aunque corta debido a la enorme influencia que ejerció Ozzy sobre el grupo desde la distancia que provocó la ira del diminuto y enérgico vocalista, de hecho Bill Ward, que había grabado el heaven&hell, abandona al iniciar la gira debido a que no asimila la ausencia de Ozzy, acompañado a su vez por sus enormes problemas con el alcohol) en el cuarteto.
Heaven&Hell y Mob rules muestran una evolución en el sonido del grupo respecto a sus discos anteriores. La guitarra de Tony se torna diferente, entrando de lleno en un estilo más épico y veloz y con una menor distorsión.

Desde este momento, comienza una época loca de bailes de componentes, con salidas y entradas de vocalistas, bajistas y baterias donde el único que permanece inalterable y sin rendirse es Tony que alcanza una ''estabilidad'' con su nuevo vocalista Tony Martin, que le acompañará fielmente durante varios años dando un servicio ejemplar con un intermedio donde se produjo la vuelta de Dio (donde volvieron a producirse roces del pasado que tornaron en un adiós repentino, aunque más tarde se volvió en un hasta la próxima...).
De la etapa con Tony Martin destacan sobremanera discos como Headless Cross y Tyr donde Iommi se adentra en elementos mitológicos en sus letras y acrecienta el sonido heavy ochentero que arrasa en la época, aunque a ojos de la gente parecía que la banda no existía a pesar de la enorme calidad del producto, aún así Iommi mantuvo su fe y luchó por mantenerse a flote, incluso vendiendo objetos de su propiedad para financiar sus grabaciones.



Después de sufrir y seguir adelante sin perder la ilusión y la energía, 1997 se presenta como un soplo de aire fresco donde se produce la reunión más esperada, los Black Sabbath originales al completo, donde harán una gira exitosa y que devuelve al primer plano mundial a una de las más grandes bandas de la historia del rock y por consiguiente, el amor de muchos fans hacia el verdadero líder de la formación que durante décadas ha sido adorado y reverenciado por músicos de toda índole, como James Hetfield de Metallica que en 2006 junto al resto de su banda introduce al cuarteto de Birmingham en el Salón de la Fama, el mayor reconocimiento a la carrera de un grupo mítico e irrepetible.
Antes de eso, los tiras y aflojas fueron constantes para la creación de un nuevo álbum de Black Sabbath con la formación original pero las reticencias y retrasos marcados por Ozzy hacian imposible el deseo de millones de fans.
Pero si algo ha caracterizado a Tony Iommi es que no le gusta quedarse con los brazos cruzados y durante esta última década ha trabajado a destajo en proyectos personales ya sea con una selección de vocalistas (álbum llamado Iommi, simple pero a la vez definitorio) o con su querido amigo Glenn Hughes (ex Deep Purple) en el que es para mí su mejor trabajo desde Tyr: Fused, un disco de producción moderna pero totalmente basado en el riff oscuro y pesado (llegando casi al doom) que ha marcado la carrera de nuestro protagonista, y con un acompañamiento vocal extraordinario que complementa a la perfección las pretensiones que Tony tenía puestas en este álbum.



Con el reconocimiento en el Salón de la Fama, se produce una inactividad en el entorno de Black Sabbath, y sin comerlo ni beberlo, ¡zas!, el señor Iommi se tropieza con su ex-compañero Dio y conspiran ideas para el futuro; estas ideas se llamarán Heaven&Hell; esto se debe a cuestiones legales, ya que Ozzy se apropia del nombre de la banda y éstos deciden desvincularse del asunto y llamarse como su primer álbum juntos, para realizar una gira donde tocarán clásicos de los 3 discos en los que trabajaron.
Una cosa lleva a la otra, o sea, crear un nuevo álbum de estudio.



Durante un par de meses, el grupo trabaja nuevas canciones y finalmente terminan llamando al álbum ''the devil you know'', una colección de temas con un sonido actual y salvaje que toma como referencia sus anteriores trabajos con Dio aunque con un toque más setentero parecido a la primera época. Iommi se mantiene fiel a sí mismo, aplicando su rodillo de sonidos aplastantes con partes acústicas de alto standing, él no entiende de modernidades ni de reinvenciones, es un hombre con una filosofía clara y determinista que ve claro cual es el camino hacia el éxito sin dejarse llevar por influencias externas.
Hasta su pose en el escenario se mantiene a lo largo de los años, ajeno a lo que le rodea y concentrado en su guitarra con la cabeza semi-agachada y pensando en el próximo riff que asombre al público.
No es un alarde de técnica, ni el más rápido, ni hace florituras ni tiene una presencia que destaque; pero es uno de los más grandes músicos de la historia del rock y su legado es ley como los mandamientos del cristianismo.
Con 62 años, con una carrera indiscutible de 40 años al servicio de un estilo propio, Tony Iommi se mantiene tan activo y fuerte como en sus inicios, por amor y fidelidad a lo que le gusta, y cuando llegue el definitivo adiós nos dejará un manual que seguirá siendo referencia para las próximas generaciones de rockeros.

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