Comentario: segundo álbum del grupo sueco y el más agresivo e intenso de su carrera, con una colección de temas llenos de guitarrazos por parte de John Norum(scream of anger,dance the night away) pero sin olvidar las baladas(open your heart), posteriormente llegó la locura con su siguiente disco y el olvido a sus raices y los continuos cliches absurdos acerca del grupo(mojabragas,pop-metal....), sin saber acerca de esta maravilla llena de furia, rabia y clase a raudales.
Comentario: primer disco de unos chicos de Savannah(USA), el sonido del grupo es muy variado, se les etiqueta como sludge metal, pero hay varios elementos añadidos a su música, tales como psicodelia, el stoner rock y el hardcore todo ello mezclado con dosis de buen rock progresivo en algunos tempos marcados. Es un disco aún así muy dificil de oir y requiere multiples escuchas para pillar lo que se nos propone, pero cuando se alcanza ese nivel, es como un viaje psicotrópico sin necesidad de tripis u otras drogas alucinógenas. Una de las bandas a tener en cuenta durante los próximos años.
Hours es un disco extraño en la carrera de Bowie, fue considerado una vuelta a sus orígenes más setenteros, un regreso al Bowie autor alejado del Bowie moderno y electrónico de sus trabajos en los 90, aún así fue un pequeño-gran fracaso en ventas a pesar de que el disco recibió en general unas efusivas críticas por parte de la prensa. Sinceramente para mí el disco no representa en demasía el espíritu setentero, más bien me recuerda al Bowie más oscuro y vanguardista de discos como scary monsters o heroes. Bowie en Hours no deja de lado ni la electrónica y la producción más actual, pero sí deja claro que el disco está más orientado a un sonido puro e instrumental, sobre todo en la guitarra de Reeves Gabrels que como no podía ser de otra manera, cumple con nota en su trabajo, el cual me parece el más brillante de su etapa con el duque blanco.
El disco comienza con 2 temas que engañan un poco con lo dicho anteriormente, 2 canciones no muy alejadas en sonido a un disco como outside pero que añaden efectos e instrumentación más atmosférica e intimista, sobre todo en something in the air, una canción sensacional que aparece como canción principal en 2 grandes peliculas como American Psycho y Memento, siendo en la primera un remix. Bowie trabaja la voz en el disco de una forma más épica y melódica, más cercana a su época del station to station principalmente, en mi modesta opinión.
Survive, es un tema Made in Bowie total, clásica guitarra acústica con unos acordes y solos de guitarra eléctrica de fondo, aquí si encontramos al David más cercano al Hunky Dory, y donde el disco comienza a escalar sus cotas más altas. Posteriormente la cosa sigue con If I'm dreaming my life, una canción oscura y extraña por la forma de cantar de Bowie, la canción perfectamente podria entrar en un estilo psicodelico tanto en los teclados como la guitarra. Seven devuelve al Bowie intimista y acústico, aunque sin tanta calidad como en survive. What's really happening? es la canción que acaba la sección más acústica, psicodelica y reflexiva del disco, con un riff de guitarra potente pero con un Bowie cantando de una manera infantil y dulce para suavizar.
De repente nos encontramos con un tema muy cañero que rompe con la tranquilidad general y armonia que llevaba el álbum hasta ese momento; un homenaje ácido al tema ''oh you pretty things'' del hunky dory, en este caso llamado ''the pretty things are going to hell'', la canción es poderosa e intensa pero que en mi opinión no encaja bien en lo que el disco ofrece.
Al acabar, tenemos una nueva sección donde vemos al Bowie más experimental e incluso progresivo, donde hay mucho trabajo de teclados y cambios en las estructuras, sobre todo en the dreamers, con mucha ambientación y coros.
Hours es un disco excelente en su mayoria, quizás con demasiados autohomenajes a su pasado, pensando más en los fans que en si mismo, pero con una calidad fuera de toda duda, acorde a la magnificiencia de un genio inigualable que desgraciadamente no será valorado en su justa medida ni por la prensa ni por el público en general.
Rock acústico: Alice In Chains - Jar of flies(1993)
Comentario: Mini-álbum que reune un conjunto de temas acústicos de la banda de Seattle injustamente catalogada en el estilo grunge cuando poco o nada tenía que ver su sonido con el movimiento iniciado por Nirvana. A pesar de ser un producto acústico el sonido del grupo se mantiene totalmente, simplemente existe la ausencia de los poderosos riffs de Jerry Cantrell pero su oscuridad y esencia permanece intacta con un cantante extraordinario que le da una vida y fortaleza inusitada a cada tema, una joya de una de las grandes bandas de los 90.
Comentario: Primer disco de estudio en 13 años de la banda más marchosa del rock hoy día, los autenticos seguidores de maravillas como Van Halen o Queen. En este nuevo disco se mueven por diferentes territorios, como haciendo un repaso a todo su pasado, desde potentes temas rockeros, a baladas llenas de sentimiento, a funky bailable, todo ello condimentado con la fantástica voz de Gary Cherone y la técnica depuradisima del grandioso guitarra Nuno Bettencourt. Un disco bastante notable que espero sea el comienzo de una nueva etapa para una banda que no ha recibido todo el éxito que han merecido.
Pop/rock electrónico: Team Sleep - Team Sleep(2005)
Comentario: Proyecto paralelo del vocalista de Deftones, Chino Moreno, donde se plasma la influencia que ejerce The Cure sobre el cantante; aparte hay mucha base electrónica que ambienta varias de las canciones. Un trabajo muy variado, muy espacial y abstracto pero en general ameno y muy disfrutable.
Comentario: Primer disco de la cantante, quizás el más accesible de su carrera y el que marcó influencia en posteriores cantantes femeninas con voz poderosa, un disco personal, muy intimo y donde la voz es la autentica protagonista, uno de los grandes discos de los 90.
Comentario: El industrial no nació con Nine inch nails, ni siquiera con Ministry, esta banda canadiense tiene el orgullo de ser la gran pionera en el estilo, olvidada e ignorada por muchos, pero reverenciada por otros, en este disco encontramos el tema ''Dig it'' que inspiró a Trent Reznor para hacer el tema ''Down in it'' del disco Pretty Hate Machine. Es un disco de dificil escucha, sobre todo por su vocalista pero si te gusta el estilo es un disco imprescindible.
Comentario: El disco que creó el llamado sonido Gotemburgo, o death metal melódico sueco, donde impactantes riffs eran acompañados de melodias oscuras y llenas de sentimiento, para muchos es el ''Reign in blood'' de los 90 y uno de los mejores álbumes en esa década. Desgraciadamente, tras este disco la banda se disgregó, quizás debido a la enorme presión compositiva que se produjo, viendo que lo que habian creado era insuperable. Obra maestra.
Un festival se puede plantear desde varias perspectivas, pero mi favorita siempre será disfrutar más de todo lo que rodea al mismo que el propio festival: el ambiente, el tiempo libre, la ciudad donde se ubica y, por lo tanto, su gastronomía, cultura, monumentos; vida a pie de calle, al fin y al cabo.
Como lo que viene a ser Murcia capital anda escasa, uno se tuvo que fijar en la música. Así vamos.
Como otro motivo de mi ausencia a cantidad de conciertos, bien por simultaneidad entre ellos, bien porque iba tan cocido que ni lo recuerdo, bien porque no me salía de los mismísimos, pasaré a comentar aquello más destacado, sin mucha intención de hacer de guía musical; tan sólo limitarme a aquellos detalles que me hicieron pensar que estuvo bien gastarse 35 € por dos días de música constante. Así de ratas que somos.
Aún saltándome el orden cronológico, destacar por encima de todo a la Mathew Herbert Big Band. No tenía ni puta idea a lo que me enfrentaba cuando conseguí entrada para el auditorio (llegado a cierto punto, misión imposible). Mathew Herbert, un hombre que hizo un disco usando una bolsa de patatas fritas, una especie de gurú de la electrónica que decide juntar una banda de jazz, los samplers más estrambóticos posibles y una voz negra que debería constar ya en algún altar de voces negras; en definitiva, el clásico ejemplo de amalgama musical que envalentona a los atrevidos, realza el gusto a exponer de los críticos y crea una imagen a lucir y cuidar porque, en cualquier momento, se puede venir abajo y mostrar la farsa que se esconde.
Por suerte, no es nada de eso.
Un recital en principio extraño, seguido de virtuoso, terminando en emoción pura y dura. Las secciones de viento –varias trompetas, saxofones- introducían en el ambiente un hálito a orquesta clásica, dirigidos todos por un director de orquesta animoso y de clara formación, que junto a una batería de jazz anabolizada y un piano clásico, impregnaban el lugar de una respetabilidad necesaria ante un público más preparado a saltar como cabras o bailar de forma absurda ante los exponentes del pop español de turno. Y en esto que entra una negra imponente, gigantesca, que pronostica una voz similar y que no decepciona.
Llega Matthew Herbert y enchufa sus cacharros electrónicos.
El sonido se disloca, los samplers sorprenden y el público se pregunta dónde coño se ha metido. La primera, la segunda; las canciones van pasando y la gente se acomoda y disfruta, creen saberque han cogido el ritmo del recital.
Entonces Matthew y su banda sacan unas cuantas revistas, especificando que se tratan del Hola en su edición española, y las desgarran; Matt (¿te puedo llamar Matt?) recoge el sonido de las hojas rotas, la bandano deja de romperlas y se lanzan pelotas de papel. No sabemos desde las gradas en qué se ha convertido esto, pero gusta, y mucho. El humor extraño crea familia, y no puedo dejar de pensar en las sonrisas esbozadas por cualquier locura de Lynch que perturba y alegra a la vez. Me viene a la mente la orquesta insonora de Corazón Salvaje, pero aquí suena, y ojala siga sonando igual.
Tras tres cuartos de horas todo calla, la gente se empieza a levantar y se vacía lo justo para un primer bis que enloquece, porque aunque hayan pasado tres minutos de ausencia, la sensación de volver a ver a unos viejos amigos permanece. Es difícil encontrar algo experimental que cree tanta cercanía, que te convenza en su parte de jazz más clásico y que, de paso, te obligue a decir “aaah” como si te metieran un palo en la boca y Matthew lo recoja con su sintetizador.
Callan, y vuelven. Aprovecho el parón para bajar una platea y acercarme del todo a ellos. La impresión de ver algo íntegro se asienta en un festival lleno de nombres, y me destroza las impresiones iniciales: que uno va a un festival a picar un poco de allí.
El concierto acaba, y la forma de acabar resulta de lo más hermoso que he visto en mucho tiempo: primero Matthew apaga sus cachivaches, el resto siguen. Ella no deja de cantar, poderosa a esta distancia, mientras la sección de viento abandona el escenario junto al director de orquesta. Ella sigue con el piano y la batería, y esta también se marcha dejándonos a los dos en unos segundos mágicos. El piano calla, queda ella sola, y en vez de callarse se va alejando del micrófono, dejándonos a los cuatro gatos que aguantamos con un fundido sonoro que se lleva la mejor expresión de fusión musical que un servidor ha visto-escuchado en muchísimo tiempo. Gracias.
Antes de seguir, decir que no tenía pensado verme todos los conciertos: primero porque resulta imposible, segundo porque uno es de carne débil y cae ante la tentación de emborracharse continuamente. Y quien dice emborracharse, también lesionarse la pierna en un momento dado. Desde aquí quiero agradecer a ese ángel que apareció en forma de muchacha que me atendió en el suelo; no lo leerás, pero con que te piten los oídos me es suficiente. Esa agua con azúcar entró mejor que cualquier cerveza (que, por otra parte, Estrella Levante debe tratarse de la peor destilada en España). También agradecer a mis acompañantes en ese momento, pocos conocidos pero con aspiraciones a conocerlos mejor.
Decía yo, música: Prodigy. No hay negritas suficientes para acentuarlos. En su tónica, que personalmente desconocía, pero contaba con referencias. Todas se cumplieron. Si bien debo admitir que quedarme a verlos fue más una cuestión de nostalgia quinceañera, al final uno disfrutó del agresivo estilo de Keith y Maxim. Cómo un dúo de saltarines pueden desafiar a su público, hacer lo que ellos quieran y estos respondan con aún más saltos. Una sensación de agresividad latente que siempre tira y nunca afloja, como una relación peligrosa de la que uno puede salir lesionado pero nunca arrepentido, el siempre agradecido sonido machacón a conciencia para que te vayas a la cama aún retumbando. Con su tiempo de actuación moderado y sin muchas florituras, quien suscribe no puede llegar a imaginarse lo que debe ser uno de los grandes de este grupo. Muchas del último, luego las clásicas. Con calma, que entren en caliente. Consiguieron que me olvidara del dolor y del cansancio sobre el cemento donde se situaba el festival. No se cómo conseguí saltar en Firestarter ni cuantos ligamentos puse en juego en el intento, pero el riesgo mereció la pena. Como en las mejores relaciones.
Destacar también Ladyhawk, otra señora que desconocía, pero que honra el estatus de diva musical sin recurrir a la fanfarria barata. Un transmuto de la hoy voceada Lady Gaga quitándole la paja y dejando un grano de pop agradable, electrónico y muy bailable. Concierto reducido, íntimo, pero con el siempre agradecido ambiente discotequero necesario para su música. A seguir para futuras listas de reproducción en fiestas y bautizos.
El pop británico al más puro estilo The Smiths estuvo representado por unas mujeres (bellas algunas, cardos otras, todas majas): Those Dancing Days deslumbraron con la energía de los que ya no están, o que están pero como si no, y que llevaron algo de dignidad al estilo ante tanto intento nacional.
Sin mucho más que destacar, el resto resultó tan predecible como preveía: Pop tontuno español que no me entra por mucho que Klaus & Kinski recurra a un metalófono de juguete y a los comentarios supuestamente cómplices con el público; otro tanto con Russian Red, de la que me estuve preguntando cómo es capaz de atraer tanta gente cuando, pongamos el caso, Jewel hacía lo mismo hace unos años y parecía como el demonio folk a matar. Supongo que tiran más dos tetas teens(metafórica y literalmente hablando) que la coherencia.
Remate asquerosamente –eso sí, muy profesional- de la ola Interpol o Editors en la forma de los CatPeople, que en su afán de homenaje terminan por plagiar todo y a todos en sus canciones llenas de frases de Perogrullo y sonidos “esto me suena”.
Puestos a despotricar, ahí estuvieron Keane en un escenario demasiado grande para ellos para un sonido demasiado estudioso, tirando a lo facilón y a una versión de Bowie de la que éste no estaría –supongo- especialmente orgulloso. Sin tampoco tenerles en alta estima, hubiera esperado un paréntesis de pop agradable entre banda y banda. No me lo dieron.
Allí estuvo Duffy, otra de la que esperaba lo mismo, y terminó haciéndomelo pasar entre genial y fatal con su particular homenaje a Alvin y las Ardillas. Si no fuera por una cuestión biológica, pensaría que son familia.
Otro momento de bochorno fue ver a Pete Doherty y su cuadrilla, los Babyshambles (entre los que se encontraban un rockero castizo de cepa, supongo yo, a tenor de sus palabras) ,tirar por la borda el nuevo rumbo que estaban tomando con su último disco a base de las mismas tonterías de siempre: pogo a destiempo, “locuras” sobre el escenario y una actitud nihilista de pega que, a estas alturas, ya no cuela. Otro escenario gigantesco para tan poca cosa.
Para terminar, lamentar que me perdiera a PJ Harvey junto a John Parish por cuestiones ajenas, y que me jodió enormemente a raíz de los comentarios de los que sí asistieron. No lo dudo que sería enorme, y lo dice quien disfrutó de sus conciertos minimalistas libres de ropa interior. Otro agradecimiento a Píyi.
Del resto, o bien estaba lesionado, o bien estaba borracho, o bien de animosa charla sin prestar atención a la música. Elijan lo que elijan, acertarán.
Pop-Progresivo: Steve Hackett - Please don't touch (1978)
Comentario: segundo disco en solitario del ex-guitarrista de Genesis Steve Hackett, y primero tras el abandono de la formación. Aqui se introducen nuevos elementos y estilos al clásico sonido progresivo de los 70 del guitarrista, desde pop a soul con esa maravilla de canción cantada por Randy Crawford ''hoping love will last''. Más variado que su disco antecesor pero con un nivel algo inferior pero excelente disco al fin y al cabo.
Gracias a Youtube he podido saborear un documental que profundiza sobre los inicios y desarrollo de una de las más grandes bandas de la historia del rock duro y una de las que más ha marcado mi vida como melomaniaco: Megadeth. El documental pertenece a VH1 y como es clásico en esta cadena más que centrarse en la música se centra en los entresijos del grupo, sus problemas y desavenencias; en este caso hay bastante información ya que su líder y creador Dave Mustaine vivió durante muchos años una serie de adicciones muy profundas. Es un retrato duro y muy interesante de una gran banda; está dividido en 12 partes y subtitulado.
Comentario: primer disco de la banda sueca tras la disolución de At the gates, un disco orientado al thrash a lo slayer, directo al grano, sin prisioneros, 40 minutos de velocidad descontrolada y cambios de ritmo sin pausa y un vocalista (Peter Dolving) que desprende furia y derroche.
Comentario: séptimo álbum del grupo irlandés donde siguen mezclando el sonido hard rock con el blues, jazz y el folk, un disco excelente y con una guitarras de enorme clase y calidad.
Progresivo: Genesis - And then there were three (1978)
Comentario: el disco donde la banda se transforma en 3 componentes, tras la marcha de Hackett y Gabriel; aún así el trío mantiene el tipo y crea un disco digno donde la estrella es Tony Banks que trata con su teclado tapar algunos de los agujeros creados por las ausencias cumpliendo sobradamente en algunas fases, aún así es un disco algo irregular pero con muy buenos momentos también.
Comentario: gran disco de folk-indie, donde el artista toca prácticamente todos los instrumentos y nos habla de temas como la psicología existencial, el miedo, la muerte o Dios.
Crack the Skye cuenta la historia de un "parapléjico, cuya única forma de ir a cualquier sitio es realizando un viaje astral. Sale de su cuerpo, al espacio exterior y un poco como Ícaro, se acerca demasiado al Sol quemando su cordón umbilical de oro que lo mantenía unido a su plexo solar. Así que él está en el espacio y está perdido, se ve arrastrado por un agujero de gusano, acaba en el reino de los espíritus y les dice que en realidad no está muerto. De modo que lo envían al culto ruso, donde adivinan su problema mediante una videncia, y deciden que lo ayudarán. Ponen su alma en el cuerpo de Rasputín, quien va a usurpar el trono del zar y es asesinado. Las dos almas salen del cuerpo de Rasputín a través de una brecha en el cielo, y Rasputín es el hombre sabio que intenta llevar a los niños a su cuerpo porque sus padres lo han descubierto y creen que está muerto. Rasputín necesita devolverlos a su cuerpo antes de que sea demasiado tarde, pero por el camino se encuentran al Diablo que intenta robar sus almas y destruirlas... hay algunos obstáculos a lo largo del camino".
Así se presenta el cuarto trabajo de 4 muchachos de Atlanta llamados Mastodon, que tantas expectativas han creado tras 3 discos de gran calidad y que les otorgaba un status de banda con posibilidades de alcanzar altas cotas en el mundo del rock. Partiendo de una historia creada por su batería Brann Dailor en homenaje a su hermana fallecida Skye, y que toma muchas referencias a otras obras conceptuales populares en los 70, como las que crearon gente como Peter Gabriel (Genesis) o Ian Anderson (Jethro Tull), Mastodon da un salto cualitativo y cuantitativo tanto en lo musical como en lo vocal. Mastodon partió de un sonido poderoso, hardcoriano y metálico con algunos elementos propios del rock progresivo, sobre todo en los tempos marcados por su extraordinario batería, propios de un Keith Moon (The Who) salido del infierno. Con el paso de los discos este sonido ha ido dando la vuelta donde las proporciones de ambos varian sustanciablemente. No es de extrañar este cambio dados los gustos de sus componentes, más metidos en obras de bandas como Thin lizzy, Kansas, Journey, Genesis, King Crimson....estas influencias han explotado definitivamente en Crack the skye donde se unen tanto la psicodelia como el space rock, hard rock y progresivo. Aquí el metal salvo en 2 temas como divinations y crack the skye (y poco tiempo) no hace acto de presencia pudiendo dejar descolocados a antiguos fans deseosos de un sonido más agresivo. Pero esta ausencia no afecta en absoluto a la calidad del álbum, donde florecen nuevas virtudes y nuevos caminos inexplorados que hacen de este disco un producto nada comercial.
El cambio más radical a la primera escucha se encuentra en el apartado vocal, donde Troy Sanders y Brent Hinds dejan los gritos agresivos más hardcorianos de sus inicios e introducen durante todo el producto voces melódicas y limpias donde hacen gala de una compenetración exquisita, dandole frescura y diversidad con coros y excelentes armonías. Brann Dailor se añade al repertorio y canta la primera canción. A su vez, como en el anterior disco, Scott Kelly (Neurosis) hace acto de presencia cantando algunas estrofas del tema homónimo, haciendo del tema el más agresivo del conjunto gracias a la voz rasgada y furiosa del cantante. Otro de los aspectos análogos al sonido más prog que han introducido, se ve en la cantidad de temas que conforman el disco y su duración; con 2 canciones sobrepasando los 10 minutos y que se presentan como los 2 grandes momentos del álbum, llenos de pasajes de gran complejidad pero sin caer en lo exagerado y aburrido. A pesar de todos estos importantes cambios, la banda conserva su estilo propio añadiendo nuevos detalles con la esencia y sonido característicos del grupo; fusionando y aprendiendo pero sin perder personalidad, lo cual hace aún más grande este trabajo.
Un elemento externo pero importante en la grabación de este disco corre a cargo de su productor, Brendan O'Brien clásico productor, ingeniero y mezclador que ha trabajado con varios de los artístas más influyentes de los últimos tiempos, incluyendo a Pearl Jam, Stone Temple Pilots, Incubus, Neil Young, Aerosmith, Limp Bizkit, Red Hot Chili Peppers, KoЯn, Rage Against the Machine, The Black Crowes, Audioslave, Papa Roach, The Offspring, Phish, Soundgarden, Bruce Springsteen entre otros. Gracias al batería de este último, Brendan entra en contacto con Mastodon para la realizacion de este álbum. Brendan logra crear un equilibrio perfecto entre todos los instrumentos, donde se pueden descubrir diferentes matices con cada nueva escucha, tanto en las melodías vocales como de guitarras (incluido el banjo del inicio de divinations), diferentes platos de batería (sobre todo en the last baron) y unos teclados que ambientan elegantemente las poderosas armonías creadas por los 2 guitarristas, un nuevo trabajo sensacional por uno de los más grandes.
La banda ya ha iniciado la gira americana donde toca integramente el álbum acompañado de imágenes en una pantalla gigante que dan vida a los temas como hicieron en su momento los Pink Floyd con The Wall. Mastodon con este trabajo dan un paso de gigante en su carrera demostrando el enorme talento que poseen sus componentes, un grupo con ideas concretas y una filosofía clara cuyo futuro se presenta brillante y esperanzador, un mastodon viajando a través de un agujero de gusano con un objetivo: disfrutar y hacernos disfrutar.
Frank Anthony Iommi Urian; así es el nombre completo del hombre que identificó en el inicio de la década de los 70 un nuevo género musical a través de una guitarra cuyo enfoque era el riff. El riff es la forma que tiene este hombre de expresarse hacia el mundo, él no habla, escupe furia y oscuridad al servicio del rock'n roll. Su instrumento de trabajo ha sido en general la Gibson SG, de color negro, aunque también ha usado el color rojo.
La leyenda de este hombre pudo acabar incluso antes de empezar ya que debido a un accidente perdió las puntas de los dedos de la mano derecha, pero su tenacidad hizo que usara prótesis para sustituirlas y en parte eso hizo definir el sonido brutal de su guitarra.
A partir de sus primeros escarceos en el mundo de la música, ya sea con Mythology, un proyecto experimental donde ya se unía a Bill Ward, y posteriormente con Earth(el embrión de Sabbath), Iommi esculpe el sonido de su guitarra hasta llegar a 1970 y transformar el rock con el primer disco de Black Sabbath, nombre sacado de la pelicula de horror italiana “I Tre Volti Della Paura''. Iommi para mucha gente, entre los que me incluyo, creó todos los riffs posibles y luego el resto de guitarristas han ido trabajado en base a ellos. A través de esos riffs hemos tenido 6 joyas musicales en una primera etapa, con Ozzy Osbourne como cantante; desde Black Sabbath a Sabotage la banda da forma a un nuevo estilo musical basado en el sonido pesado y potente, lo que se le llamó ''heavy metal''.
En ese espacio de tiempo, que contempla 1970 hasta 1976, las composiciones se tornaban oscuras, con letras apocalípticas y en ciertos momentos consideradas satánicas que les vetó un poco a una popularidad masiva. Todo esto estaba apoyado en torno a los riffs pesados de Iommi que se le empezaba a considerar como uno de los miembros de la santisima trinidad del rock duro junto a Jimmy Page (Led Zeppelin) y Ritchie Blackmore (Deep Purple).
Tras estos grandes discos, durante cuyo espacio de tiempo la banda aplicó al 200% el lema de sexo, drogas & rock'n roll (sobre todo su vocalista), la banda entra en un periodo extraño donde Ozzy cada vez se siente más alejado de sus compañeros y eso se ve reflejado en los 2 siguientes trabajos del grupo donde se alejan de su sonido primigenio y la guitarra de Iommi se adentra en sonidos más jazzeros y de synth-pop. Después de este álbum, Ozzy es expulsado por sus adicciones que le perseguirán durante años, aunque supo salir a flote gracias a su mujer y saber acompañarse de músicos de indudable talento. Durante esta etapa complicada, Iommi, que de tonto no tiene un pelo, toma nota de un vocalista menudo y con una voz prodigiosa que estaba dando que hablar a las órdenes de Ritchie Blackmore en Rainbow; Ronnie James Dio.
Al acabar su periodo en esta banda, Iommi le ofrece el puesto de Black Sabbath y se ponen manos a la obra en un disco que marcará otra etapa brillante (aunque corta debido a la enorme influencia que ejerció Ozzy sobre el grupo desde la distancia que provocó la ira del diminuto y enérgico vocalista, de hecho Bill Ward, que había grabado el heaven&hell, abandona al iniciar la gira debido a que no asimila la ausencia de Ozzy, acompañado a su vez por sus enormes problemas con el alcohol) en el cuarteto. Heaven&Hell y Mob rules muestran una evolución en el sonido del grupo respecto a sus discos anteriores. La guitarra de Tony se torna diferente, entrando de lleno en un estilo más épico y veloz y con una menor distorsión.
Desde este momento, comienza una época loca de bailes de componentes, con salidas y entradas de vocalistas, bajistas y baterias donde el único que permanece inalterable y sin rendirse es Tony que alcanza una ''estabilidad'' con su nuevo vocalista Tony Martin, que le acompañará fielmente durante varios años dando un servicio ejemplar con un intermedio donde se produjo la vuelta de Dio (donde volvieron a producirse roces del pasado que tornaron en un adiós repentino, aunque más tarde se volvió en un hasta la próxima...). De la etapa con Tony Martin destacan sobremanera discos como Headless Cross y Tyr donde Iommi se adentra en elementos mitológicos en sus letras y acrecienta el sonido heavy ochentero que arrasa en la época, aunque a ojos de la gente parecía que la banda no existía a pesar de la enorme calidad del producto, aún así Iommi mantuvo su fe y luchó por mantenerse a flote, incluso vendiendo objetos de su propiedad para financiar sus grabaciones.
Después de sufrir y seguir adelante sin perder la ilusión y la energía, 1997 se presenta como un soplo de aire fresco donde se produce la reunión más esperada, los Black Sabbath originales al completo, donde harán una gira exitosa y que devuelve al primer plano mundial a una de las más grandes bandas de la historia del rock y por consiguiente, el amor de muchos fans hacia el verdadero líder de la formación que durante décadas ha sido adorado y reverenciado por músicos de toda índole, como James Hetfield de Metallica que en 2006 junto al resto de su banda introduce al cuarteto de Birmingham en el Salón de la Fama, el mayor reconocimiento a la carrera de un grupo mítico e irrepetible. Antes de eso, los tiras y aflojas fueron constantes para la creación de un nuevo álbum de Black Sabbath con la formación original pero las reticencias y retrasos marcados por Ozzy hacian imposible el deseo de millones de fans. Pero si algo ha caracterizado a Tony Iommi es que no le gusta quedarse con los brazos cruzados y durante esta última década ha trabajado a destajo en proyectos personales ya sea con una selección de vocalistas (álbum llamado Iommi, simple pero a la vez definitorio) o con su querido amigo Glenn Hughes (ex Deep Purple) en el que es para mí su mejor trabajo desde Tyr: Fused, un disco de producción moderna pero totalmente basado en el riff oscuro y pesado (llegando casi al doom) que ha marcado la carrera de nuestro protagonista, y con un acompañamiento vocal extraordinario que complementa a la perfección las pretensiones que Tony tenía puestas en este álbum.
Con el reconocimiento en el Salón de la Fama, se produce una inactividad en el entorno de Black Sabbath, y sin comerlo ni beberlo, ¡zas!, el señor Iommi se tropieza con su ex-compañero Dio y conspiran ideas para el futuro; estas ideas se llamarán Heaven&Hell; esto se debe a cuestiones legales, ya que Ozzy se apropia del nombre de la banda y éstos deciden desvincularse del asunto y llamarse como su primer álbum juntos, para realizar una gira donde tocarán clásicos de los 3 discos en los que trabajaron. Una cosa lleva a la otra, o sea, crear un nuevo álbum de estudio.
Durante un par de meses, el grupo trabaja nuevas canciones y finalmente terminan llamando al álbum ''the devil you know'', una colección de temas con un sonido actual y salvaje que toma como referencia sus anteriores trabajos con Dio aunque con un toque más setentero parecido a la primera época. Iommi se mantiene fiel a sí mismo, aplicando su rodillo de sonidos aplastantes con partes acústicas de alto standing, él no entiende de modernidades ni de reinvenciones, es un hombre con una filosofía clara y determinista que ve claro cual es el camino hacia el éxito sin dejarse llevar por influencias externas. Hasta su pose en el escenario se mantiene a lo largo de los años, ajeno a lo que le rodea y concentrado en su guitarra con la cabeza semi-agachada y pensando en el próximo riff que asombre al público. No es un alarde de técnica, ni el más rápido, ni hace florituras ni tiene una presencia que destaque; pero es uno de los más grandes músicos de la historia del rock y su legado es ley como los mandamientos del cristianismo. Con 62 años, con una carrera indiscutible de 40 años al servicio de un estilo propio, Tony Iommi se mantiene tan activo y fuerte como en sus inicios, por amor y fidelidad a lo que le gusta, y cuando llegue el definitivo adiós nos dejará un manual que seguirá siendo referencia para las próximas generaciones de rockeros.
Ladies and gentlemen, aqui comienza Alive! un blog donde la música es el auténtico protagonista, sin etiquetas, sin tabús, sin concesiones; aqui habrá tiempo para articulos, recomendaciones, análisis....., con el tiempo puede que vayan surgiendo novedades así que el futuro es imprevisible y excitante jeje. Así que al grano, que no hay que perder el tiempo en tonterias.
Por ahora, habrá 2 secciones fijas:
- My Mp3 is on fire!: Tomando como referencia esa soberbia canción de los Mr. Bungle esta sección irá dedicada a lo que vaya tomando relevancia en mi reproductor o el del artista invitado, con un leve comentario y quizás un enlace para su escucha(pero si te gusta ¡¡¡luego lo compras!!!).
-Adictos: Adictos será el lugar para el coleccionista con links a tiendas online e incluso ofertas que vayan surgiendo en tiendas fisicas de discos de interés.
En fin, esto es sólo el principio, un entretenimiento sano y sin ánimo de lucro donde se quiere expresar el amor hacia la buena música que hay por el mundo.
El telón se abre... comienzan los primeros acordes.